domingo, 29 de noviembre de 2015
Los pilares de mi Tierra.
Porque no puedo escribir ni un libro, ni un poema, ni una trilogía, ni siquiera un best seller, en el que se explique como sostener la tierra, mi tierra, nuestra tierra, cada vez que sonríes.
jueves, 26 de noviembre de 2015
lunes, 23 de noviembre de 2015
sábado, 21 de noviembre de 2015
jueves, 19 de noviembre de 2015
Roto.
Cuando
comienzas a perder tantas cosas que ya no sabes que es lo que queda.
No sabes lo que queda ni dentro, ni fuera de ti.
Cuando
hablamos de perder, no solo nos referimos a personas, nos referimos a
sensaciones, a la esperanza, al amor, al odio, a las ganas.
Y te das
cuenta de todo eso pero, sin embargo, no haces nada para remediarlo.
Pierdes, pero
a la vez ganas. Y te preguntarás, ¿que ganas?, la respuesta es
simple: soledad.
Y bueno, como es lo único que tienes, te refugias
en ella al igual que te refugiarías en los brazos de alguien. Pero
tenemos que destacar una diferencia clave: la soledad te asfixia,
comienza a tomar decisiones por tí, no te deja ser lo que eres.
¿Porque
cuando una persona tiene miedo actúa de esa manera? Realmente, ¿a
que le tenemos miedo? Pues sí, a la soledad es a la que le tenemos
miedo, y sin embargo las personas que estamos rotas por dentro nos
anclamos a ella, como un adicto se ata a la droga.
Y
no hay nada que puedas hacer, por lo menos por el momento. Porque
como todos dicen, siempre hay días malos, pero ya no se sabe que
hacer cuando es un día, tras otro, tras otro.
Los
días grises, son así: grises. La tristeza es simplemente eso;
tristeza.
Y
mientras, seguiremos aquí, abrazándonos a la desolación que nos
deja creer que ahora mismo no tenemos nada.
sábado, 31 de octubre de 2015
Tu cuerpo; mi mapa
Yo lo que quiero
es conocer
tu cuerpo
tanto,
que tus lunares
sean los puntos
cardinales
que me indiquen
como llegar
a tu boca.
es conocer
tu cuerpo
tanto,
que tus lunares
sean los puntos
cardinales
que me indiquen
como llegar
a tu boca.
lunes, 12 de octubre de 2015
- La noche no está
hecha para personas como yo – Me dijo.
- ¿Por que?
- Voy a serte
sincera, no me queda ya nada que perder. Un día, hace no se cuanto
tiempo, entre cigarros, cerveza y un poco de vacío me planteé un
poco la vida. ¿Qué es la vida? La verdad que todavía no le he
encontrado sentido, a lo mejor no lo tiene y yo estoy como una tonta
buscando. Pero no tengo nada más que hacer. Estoy buscando pero ya
no me acuerdo de que.
Las noches… las
noches son las peores. Empiezo acostándome. Ahora comienzan las
preguntas, las auto respuestas y los no saber que hacer.
Empiezo a dar
vueltas, de un lado a otro. No puedo dormir. Uf, ahora me apetece
un cigarro.
Y mientras me lo
fumo, no se si el humo es mío o de él. Porque yo también siento
que me consumo, como si me estuvieran prendiendo fuego continuamente.
Y ya no se si la
presión que siento es de la soledad que me aprieta. Y es que no se
nada. Y no entiendo porque he perdido las esperanzas y las ganas.
Hace tiempo que deje de creer. En todo.- Me miró detenidamente, como memorizandome - No se si me explico.
- Creo que te
entiendo.
- Probablemente lo
hagas. Pero lo peor de todo es que estoy mostrándote mis ruinas
cuando realmente es lo menos conveniente. Supongo que ahora saldrás
corriendo. Y es normal oye, lo entiendo. Soy propensa a romper
siempre todo lo que toco, me tenía que haber acercado a tí poquito
a poco, como a los gatos callejeros, no así, tan de sopetón y
contándote mis movidas nocturnas.
Pero es así. Y no
hay nada que pueda cambiarlo. Bueno realmente sí. Alguien si podría
cambiarlo. Sí, tu podrías cambiarlo, me gustaría que lo hicieras,
porque cuando me miras es el único momento en el que siento que la
madrugada pasa más rápida, y por fin llega el amanecer. Contigo hay
esperanzas. Me siento viva.
Pero, en fin,
entiendo que las cosas sean más complicadas.
- Estoy dispuesto a
arriesgar todo contigo.
- Mira, está
lloviendo. Pero no importa, a partir de ahora creo que me va a gustar
la lluvia. Vamos a cambiarlo todo. - Y entonces me besó.
jueves, 8 de octubre de 2015
Contradictorio.
Que
te eche de menos no quiere decir que te quiera de vuelta en mi vida.
Ese
día te perdí, es cierto. Pero tu a mi también me perdiste. Fue
estúpido por mi parte intentar volver hacer arder las cenizas cuando
ya la mayoría estaban esparcidas por lugares ocultos. Es más, si me
pusiera a buscar las que me quedan no las encontraría.
No
me quemé una vez las manos intentando que ardieran otra vez, ni dos,
es más, tres tampoco, ya he perdido la cuenta de las veces que
arriesgué y perdí. Y ya estoy cansada de perder, porque va a llegar
un momento en el que me queden tan pocas cosas que tenga que embargar
mi vida. Y no quiero. Porque mi reloj se paró un día a las 16:11 y
desde ahí siempre llego tarde.
Ya
no quiero que nadie me espere, porque no se puede esperar nada de mí.
Porque yo si espero, bueno, esperaba, que te dieras media vuelta y
admitieras lo equivocado que estabas. Porque te equivocaste, y cuánto
te equivocaste, al pensar que otros ojos te iban a besar mejor que
los míos. Pero las ganas a veces son muy putas y juegan malas
pasadas. He llegado a odiarme por seguir teniendo esperanzas. Me he
quedado sin fuerzas para seguir creyendo en tí, en mí y en lo que
fuímos.
Eso
se terminó y ahora solo quedan un montón de escombros. Si algún
día quieres encontrarme busca ahí.
Yo
todavía no he dejado de quererte, pero te repito, ya no te quiero de
vuelta en mi vida.
martes, 6 de octubre de 2015
“Vendrán veranos largos y otro amanecer, eterno de contar estrellas.”
Estaba
escuchando esa de ''quédate'' que tanto me recordaba a nosotros en
el momento que volviste a aparecer. Y como apareciste. Saliste de la
nada removiendo todo lo que yo pensé que ya no había.
Pero
que ingenua al creer que ya no quedaba nada ¿no?
“Mentiría
si dijera que no te echo de menos” me dijiste. Y te quedaste tan
tranquilo, como cuando estábamos merendando y hablábamos sobre como
habíamos pasado la mañana pensando el uno en el otro.
Desde
ese momento volví a tener la atracción que creía perdida. Dicen
que todos los satélites giran al rededor de un planeta impulsado por
la propia gravedad, que no pueden alejarse a causa de esta misma.
¿será esa la razón por la que no he sido capaz de alejarme de tí?
Pero
la incertidumbre a veces es mi mejor amiga, y ahora me acompaña más
que nunca. Y ya no hay nada que hacer, porque a las inseguridades se
le ha sumado el orgullo. Y tu te has vuelto a ir. Que bien se te da
hacer eso, aparecer, desaparecer… ¿Lo harás otra vez?
Mientras
yo seguiré aquí, escuchando esa canción que tanto nos gustaba, y
“mordiéndome las ganas de querer saber si saldrá bien”.
Una
pena que yo no sepa pedirte que te quedes.
sábado, 26 de septiembre de 2015
Finales.
Me dijiste que se acabó. Cuanta tristeza pueden esconder dos
simples palabras. Despúes de eso lo veía todo en blanco y negro, y si alguien
me decía que después de la lluvia podía salir el arcoíris yo les decía que eso
ya no me importaba. Todo siguió como hasta entonces, pero con mucho menos
sentido, y aunque era pleno verano, tenía frío porque tú ya no estabas en mi
cama para abrazarme por la noche.
Los viernes pasaron a parecerse a los domingos, y ya no solo
odiaba los lunes, sino todos y cada uno de los días.
Aún recuerdo cuando me mirabas y sonreías, o me hacías
cosquillas. Fue una bonita forma de decirme que me querías sin palabras, y
después de todo supongo que lo hiciste, por eso me mentías. Solo cuando dejaste
de hacerlo me dijiste la verdad. El problema es que yo te quería tanto que
habría preferido mil mentiras más. O no. Ya dudo de las posibilidades, porque
cuando algo que creías bonito muere, la esperanza también lo hace. El reloj se
me ha quedado parado, siempre llego tarde, incluso a la vida, y ya no se pueden
cambian las cosas.
Es probable que nos encontremos en otra vida, y espero que
en esa, ya no siga queriéndote.
viernes, 25 de septiembre de 2015
Subo el volumen de la música. Lo subo tanto que no escucho ni mis propios penamientos. Viéndolo así, es lo mejor que puede suceder en este momento.
¿Sabéis cuando intentáis algo con todas vuestras fuerzas pero ni aún así lo conseguís? Empiezan a sangrar todas nuestras cicatrices e incluso se abren otras nuevas. Yo me pongo a mirar al horizonte, y pienso: Ojalá.
Porque no hay nada más bonito que a pesar de todo querer llegar hasta donde siempre soñaste. Hay veces que tienes que coger las maletas e irte. O que se vaya todo lo demás. Alejarte de todos y de todo, ver quién está ahí, quién es realmente importante para tí. Ver quién eres de verdad.
Porque yo ahora mismo no se quien soy, quizá porque me perdí hace mucho tiempo. Me perdí cuando me caí del patinete cuando era pequeña, con las maneras de la persona equivocada, y cuando vi que no siempre después de la tormenta sale el sol.
Pero sigo aquí, mirando el horizonte por la ventana, y pensando: Ojalá, ojalá algún día.
¿Sabéis cuando intentáis algo con todas vuestras fuerzas pero ni aún así lo conseguís? Empiezan a sangrar todas nuestras cicatrices e incluso se abren otras nuevas. Yo me pongo a mirar al horizonte, y pienso: Ojalá.
Porque no hay nada más bonito que a pesar de todo querer llegar hasta donde siempre soñaste. Hay veces que tienes que coger las maletas e irte. O que se vaya todo lo demás. Alejarte de todos y de todo, ver quién está ahí, quién es realmente importante para tí. Ver quién eres de verdad.
Porque yo ahora mismo no se quien soy, quizá porque me perdí hace mucho tiempo. Me perdí cuando me caí del patinete cuando era pequeña, con las maneras de la persona equivocada, y cuando vi que no siempre después de la tormenta sale el sol.
Pero sigo aquí, mirando el horizonte por la ventana, y pensando: Ojalá, ojalá algún día.
martes, 1 de septiembre de 2015
''Por pedir...
Pido 24 horas a tu lado, en las que nos de tiempo de todo, menos de perder el tiempo''. Venga ya hombre, seamos realistas de una vez.
Siempre quise saber que se siente al querer tanto a alguien, en ese punto de que sepas que para la única cosa para la que no estás preparada es para perderle. Vale. Experiencia recibida.
¿Y ahora que? Porque no se perderte, y te encuentro hasta en el cajón de los calcetines o en esa caja en la que guardo todo lo que la vida me negó. Lo siento, yo me niego a pensar que no te tengo a tí.
Que sí, que sí, que el amor es muy bonito, que la lluvia es una mierda cuando te sientes sola y las resacas de cerveza son, dentro de lo que cabe, las mejores.
Pero volvamos al tema expuesto en la tesis de mi comentario de ''como echar de menos a quien todavía no se ha ido''.
Que cojones, no quiero 24 horas contigo, ni una semana, no, no me voy a limitar a eso. Porque yo te propongo un mundo de dos (vaya ñoñeria). Te propongo un revolcón por las mañanas, y que te voy a preparar los mejores macarrones de tu vida.
Te propongo 24 horas hablando sin parar de todo ese tiempo que hemos tenido que esperar para llegar hasta aquí. Te propongo, bueno te reto a que me des la mano y que te arriesgues a todo lo que te queda a mi lado.
Te reto a quererme. Me propongo quererte. Porque quererte, más que un verbo, se ha convertido en una necesidad.
Siempre quise saber que se siente al querer tanto a alguien, en ese punto de que sepas que para la única cosa para la que no estás preparada es para perderle. Vale. Experiencia recibida.
¿Y ahora que? Porque no se perderte, y te encuentro hasta en el cajón de los calcetines o en esa caja en la que guardo todo lo que la vida me negó. Lo siento, yo me niego a pensar que no te tengo a tí.
Que sí, que sí, que el amor es muy bonito, que la lluvia es una mierda cuando te sientes sola y las resacas de cerveza son, dentro de lo que cabe, las mejores.
Pero volvamos al tema expuesto en la tesis de mi comentario de ''como echar de menos a quien todavía no se ha ido''.
Que cojones, no quiero 24 horas contigo, ni una semana, no, no me voy a limitar a eso. Porque yo te propongo un mundo de dos (vaya ñoñeria). Te propongo un revolcón por las mañanas, y que te voy a preparar los mejores macarrones de tu vida.
Te propongo 24 horas hablando sin parar de todo ese tiempo que hemos tenido que esperar para llegar hasta aquí. Te propongo, bueno te reto a que me des la mano y que te arriesgues a todo lo que te queda a mi lado.
Te reto a quererme. Me propongo quererte. Porque quererte, más que un verbo, se ha convertido en una necesidad.
domingo, 9 de agosto de 2015
jueves, 16 de julio de 2015
A veces intento, comienzo a recordar como y donde empezó todo.
Yo me escondía, de tí, de mí, de todo lo que me rodeaba. Tu dispuesto a saltar al vacío. Yo midiendo la altura. Tú agarrandome la mano. Yo, finalmente saltando contigo.
Siempre me han dicho que lo que verdaderamente vale la pena no es fácil, creedme cuando digo que ''no es fácil'' se queda corto.
¿A que viene todo esto? ¿Por qué? Porque odio cuando me respondes con silencios, todas y cada una de las veces que consigo abrirme de par en par el corazón, y te digo que te veo hasta cuando tengo los ojos cerrados, que te oigo aunque no estes a mi lado y que la piel me quema aunque ya hiciera rato que no me tocaras.
Que una vez me dijiste ''te quiero'' y yo te contesté ''cuidado, que eso son palabras mayores''. Pero realmente la que tenía que tener cuidado tenía que ser yo, ya que enamorarme es un error irremediable para personas como yo. Y como yo, me refiero a destructivas, soñadoras, anhelantes y queriendo más, siempre más.
Después no fue tan difícil, sabia que me podía encontrar en tus ojos cada vez que me perdía y eso me reconfortaba, me hacía sentir como en casa. Y que mejor hogar que entre tus brazos...
A veces pienso que todo va a tener un final apoteósico digno de una superproducción de Hollywood. Otras veces pienso que los finales son demasiado tristes como para que tengan que pasar necesariamente, asique esta vez prefiero omitirlos.
Que ya no me quedan razones, ni cojones, ni valor, ni ganas de decirte que te vayas, porque lo que realmente quiero es que te quedes, del verbo a mi lado.
Supongo, que después de todo nos queremos. Nunca olvides eso: el amor son dos queriéndose.
Yo me escondía, de tí, de mí, de todo lo que me rodeaba. Tu dispuesto a saltar al vacío. Yo midiendo la altura. Tú agarrandome la mano. Yo, finalmente saltando contigo.
Siempre me han dicho que lo que verdaderamente vale la pena no es fácil, creedme cuando digo que ''no es fácil'' se queda corto.
¿A que viene todo esto? ¿Por qué? Porque odio cuando me respondes con silencios, todas y cada una de las veces que consigo abrirme de par en par el corazón, y te digo que te veo hasta cuando tengo los ojos cerrados, que te oigo aunque no estes a mi lado y que la piel me quema aunque ya hiciera rato que no me tocaras.
Que una vez me dijiste ''te quiero'' y yo te contesté ''cuidado, que eso son palabras mayores''. Pero realmente la que tenía que tener cuidado tenía que ser yo, ya que enamorarme es un error irremediable para personas como yo. Y como yo, me refiero a destructivas, soñadoras, anhelantes y queriendo más, siempre más.
Después no fue tan difícil, sabia que me podía encontrar en tus ojos cada vez que me perdía y eso me reconfortaba, me hacía sentir como en casa. Y que mejor hogar que entre tus brazos...
A veces pienso que todo va a tener un final apoteósico digno de una superproducción de Hollywood. Otras veces pienso que los finales son demasiado tristes como para que tengan que pasar necesariamente, asique esta vez prefiero omitirlos.
Que ya no me quedan razones, ni cojones, ni valor, ni ganas de decirte que te vayas, porque lo que realmente quiero es que te quedes, del verbo a mi lado.
Supongo, que después de todo nos queremos. Nunca olvides eso: el amor son dos queriéndose.
jueves, 9 de julio de 2015
No soy perfecta,
aunque tampoco pretendo serlo.
Me gusta comer con las manos y mis diez mandamientos se resumen en: dormir, beber, bailar, leer, leer, Mario Benedetti, escuchar música, tú, tú y tú.
Debo admitir que soy una persona a la que si le dices ''te quiero'' puede salir por patas, pero eh, estoy constantemente esperando a que lo haas.
Por dentro soy algo parecido a Roma, pero más en ruinas... Ah, y hay un símil entre un huracán y yo: ambos lo destruimos todo.
También soy consciente de lo cuadriculada que puedo llegar a ser a veces. No me hables de cabezonerías si todavía no te has peleado conmigo.
Pienso que la sociedad es una mierda y lo seguirá siendo. Pensar pienso tantas cosas que mejor ni entrar en el tema.
Que he hecho un charco de arena con todos los relojes que me ha puesto la vida y una montaña de piedras juntando todas con las que me he tropezado.
No creo en el amor (o por lo menos era así hasta hace poco) aunque me encanta la literatura romántica. Muy contradictorio por mi parte, como no.
Me gusta mirar, tocar y besar. Podemos acabar cada uno de esos verbos con un ''te''.
Por cierto, me encanta el té. Soy impulsiva y ahora mismo abriría la puerta y adiós mundo.
Soy, soy, soy.. Puedo ser muchas cosas. Tu ya eres todo lo que quiero.
Me gusta comer con las manos y mis diez mandamientos se resumen en: dormir, beber, bailar, leer, leer, Mario Benedetti, escuchar música, tú, tú y tú.
Debo admitir que soy una persona a la que si le dices ''te quiero'' puede salir por patas, pero eh, estoy constantemente esperando a que lo haas.
Por dentro soy algo parecido a Roma, pero más en ruinas... Ah, y hay un símil entre un huracán y yo: ambos lo destruimos todo.
También soy consciente de lo cuadriculada que puedo llegar a ser a veces. No me hables de cabezonerías si todavía no te has peleado conmigo.
Pienso que la sociedad es una mierda y lo seguirá siendo. Pensar pienso tantas cosas que mejor ni entrar en el tema.
Que he hecho un charco de arena con todos los relojes que me ha puesto la vida y una montaña de piedras juntando todas con las que me he tropezado.
No creo en el amor (o por lo menos era así hasta hace poco) aunque me encanta la literatura romántica. Muy contradictorio por mi parte, como no.
Me gusta mirar, tocar y besar. Podemos acabar cada uno de esos verbos con un ''te''.
Por cierto, me encanta el té. Soy impulsiva y ahora mismo abriría la puerta y adiós mundo.
Soy, soy, soy.. Puedo ser muchas cosas. Tu ya eres todo lo que quiero.
martes, 30 de junio de 2015
''Si vienes a mí te vas a perder'' me dijo.
De repente desee perderme en todos y cada uno de los rincones de su cuerpo, de su alma.
Perderme en los cajones, en los armarios y en su cabeza desordenada.
Desee perderme para no volver a encontrarme nunca . Bueno, a lo mejor si dejaría que me encontrara, pero para volverme a perder en él.
Y así sucesivamente, en un estilo de vida en el que el ritmo lo marcan los latidos de nuestros corazones y se quedan cortas todas las razones.
Porque ya no hay razones. Porque simplemente me he perdido. Estoy perdida. Me pierdes. Me encuentras. Y vuelvo a perderme para que me encuentres en el mismo sitio de siempre, esperando ese momento en el que no importa nada más.
Realmente, nunca ha importado nada más.
Perderme en los cajones, en los armarios y en su cabeza desordenada.
Desee perderme para no volver a encontrarme nunca . Bueno, a lo mejor si dejaría que me encontrara, pero para volverme a perder en él.
Y así sucesivamente, en un estilo de vida en el que el ritmo lo marcan los latidos de nuestros corazones y se quedan cortas todas las razones.
Porque ya no hay razones. Porque simplemente me he perdido. Estoy perdida. Me pierdes. Me encuentras. Y vuelvo a perderme para que me encuentres en el mismo sitio de siempre, esperando ese momento en el que no importa nada más.
Realmente, nunca ha importado nada más.
jueves, 25 de junio de 2015
Es como cuando apagas las luces, por la noche, te pones los cascos y escuchas tu canción preferida.
Es como cuando lees un buen libro, o como ese momento en el que el agua de la playa roza tus pies después de un año entero de sequía.
Es ese momento en el que la felicidad es tal que solo quieres compartirla. Es ese mismo momento en el que la persona que hace que tengas esa felicidad, es precisamente con quien quieres compartirla (si eso te pasa, sientete orgulloso).
Es, y será lo que tenga que ser.
Puedo poner todos los argumentos de analogía y ejemplificación que sean necesarios, teniendo un único fin.
No hacen falta explicaciones para explicar algo que justamente no las tiene.
Hay que sentir, vivir.
No se si es destino, azar, casualidad o causalidad. Pero estás aquí. Y yo estoy aquí, contigo.
Es como cuando lees un buen libro, o como ese momento en el que el agua de la playa roza tus pies después de un año entero de sequía.
Es ese momento en el que la felicidad es tal que solo quieres compartirla. Es ese mismo momento en el que la persona que hace que tengas esa felicidad, es precisamente con quien quieres compartirla (si eso te pasa, sientete orgulloso).
Es, y será lo que tenga que ser.
Puedo poner todos los argumentos de analogía y ejemplificación que sean necesarios, teniendo un único fin.
No hacen falta explicaciones para explicar algo que justamente no las tiene.
Hay que sentir, vivir.
No se si es destino, azar, casualidad o causalidad. Pero estás aquí. Y yo estoy aquí, contigo.
domingo, 21 de junio de 2015
Día 1 sin tí. Día 1 conmigo
Es hora de seguir mi camino, y la mejor forma de avanzar es tropezar. Puede que eso explique todo lo demás.
Quizás, llegue un momento en el que ya no busque más respuestas (en tus ojos, digo), aunque si somos realistas, nunca me diste respuestas. Tampoco me hiciste plantearme preguntas.
Simplemente, el instinto de sobrevivir me llevaba siempre hasta tus brazos y los puntos suspensivos que fuimos poniendo durante un largo periodo de tiempo se convirtió en un contundente punto y final.
Lo siento, amor:
Le cogí alergia a esas ganas incondicionales de quererte.
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